1979, con Gloria Jimenez
1988, con Ivonne Rámirez
Rivano y Rosicler
Creo que la mejor forma de definir al autor y a la obra es repitiendo el pensamiento de Tabarín y del escritor, poeta y periodista, Hugo Goldsack sobre “el fenómeno Rivano”: “Se puede o no estar de acuerdo con esta apreciación, pero pocos podrían cuestionar derechamente el talento de este hombre multifacético, a quien sin pensarse, cabría otorgarle el doctorado Honores Causa de la Universidad de la Vida.
¿Currículum? Sin escuela, casi. A puño limpio se trenza a golpes en todas las esquinas de la miseria. Cae y vuelve a levantarse en esa riña permanente en la que no pide ni da cuartel.”
“Te llamabas Rosicler”, se inscribe, como las novelas y cuentos de Rivano, en una versión muy personal y criolla del más crudo naturalismo. Traduce por lo tanto, el submundo de los fracasados, los empleadillos, las damas venidas a menos, las cabareteras, los pijes ociosos y cobardes…con esta resolución y audacia que le conocemos y admiramos, Rivano ha tomado en vilo esas grotescas y maltratadas criaturas y las ha puesto en escena, sin omitir ninguno de sus defectos, sin cubrir piadosamente sus llagas morales, sin compadecerse por sus llantos y agonías”.
El Teatro Iquique de la Universidad del Norte (TIUN), entrega a su comunidad, una vez más, la obra de un autor chileno; misión que se ha encomendado tras la búsqueda de nuestras propias raíces.
¿Currículum? Sin escuela, casi. A puño limpio se trenza a golpes en todas las esquinas de la miseria. Cae y vuelve a levantarse en esa riña permanente en la que no pide ni da cuartel.”
“Te llamabas Rosicler”, se inscribe, como las novelas y cuentos de Rivano, en una versión muy personal y criolla del más crudo naturalismo. Traduce por lo tanto, el submundo de los fracasados, los empleadillos, las damas venidas a menos, las cabareteras, los pijes ociosos y cobardes…con esta resolución y audacia que le conocemos y admiramos, Rivano ha tomado en vilo esas grotescas y maltratadas criaturas y las ha puesto en escena, sin omitir ninguno de sus defectos, sin cubrir piadosamente sus llagas morales, sin compadecerse por sus llantos y agonías”.
El Teatro Iquique de la Universidad del Norte (TIUN), entrega a su comunidad, una vez más, la obra de un autor chileno; misión que se ha encomendado tras la búsqueda de nuestras propias raíces.