El garage de Sotomayor 728

En calle Sotomayor entre Vivar y Barros Arana, se encontraban dos enormes casas antiguas perteneciente a los ex-Ferrocarriles del Estado, ambas residencias para los administradores. Entre esas dos dependencias un garaje al aire libre, estrecho espacio con entrada encementada sólo hacia la calle y suelo interior de tierra, sin techo.
Al trasladarse la Universidad a este nuevo terreno, las dependencias y aulas académicas ocuparon el interior del recinto de los ex ferrocarriles, mientras que a las dos casas externas que dan hacia la calle Sotomayor con Vivar, se trasladó a la derecha del garaje, el Museo y a la casa grande de la izquierda, las oficinas de la Secretaría de la Universidad. Mientras tanto el grupo teatral ensayaba en cualquier dependencia que quedaba desocupada en el interior del recinto académico.

Posteriormente, al cerrar la Universidad su sede en Iquique, este mismo espacio físico de los ex-ferrocarriles es entregado en comodato a la Corporación Municipal de Desarrollo Social de Iquique, quien asume la responsabilidad cultural con los protagonistas artísticos y culturales ya consolidados anteriormente por la sede universitaria. Por lo tanto el Museo permanece en sus dependencias, mientras que las oficinas de la recién creada Corporación Municipal de Desarrollo Social de Iquique, con don Germán Bass como Secretario General, ocupan la antigua casa que perteneció a la administración de los ferrocarriles. El director del grupo teatral pasa a ser funcionario de la Corporación y el espacio del garaje es cedido para el Teatro.

Ahora el TIUN, Teatro Iquique de la Universidad del Norte, al pertenecer a la Municipalidad cambia su sigla por TIMI, Teatro Ilustre Municipalidad de Iquique, para llegar finalmente a autodenominarse TENOR, “Teatro del Norte”, quien tiene ahora un espacio definitivo y propio, pero sin mejoras, ni bienestar estructural. Entonces son los propios actores quienes hacen el radier interior, levantan un escenario y con lona y redes cedidas por una pesquera cubren el techo abierto a la intemperie. De mobiliario encuentran antiguas butacas de trenes y bancas, se habilitan unas bodegas interiores como camarines y un par de cortinas gruesas colocadas en la puerta de entrada al garaje acondiciona algo parecido a un foyer, que servía para evitar que el viento entrase sin control por los portones de acceso al “teatro de bolsillo”.

En este espacio para la expresión teatral todo debía hacerse, nada fue dado. ¿Sería este pequeño espacio el que desarrolló la creatividad?. ¿Realmente era un espacio sobrante o era el espacio que los dioses tenían reservado para continuar con la gran tarea teatral?. Los grandes espectáculos, las grandes escenografias surgieron acá, los grandes amigos llegaron acá, los mejores talleres sucedieron acá. La mayor cantidad de público vino hasta acá. ¿Fue casual el espacio elegido?...