Y tenía razón, estaba escrita en los diarios iquiqueños, en los diferentes trípticos, en los afiches, en las fotos que se guardaban como tesoro y sirvieron para completar la historia.
Nada hay que agregar al libro, todo ya está dicho, hasta el epílogo que se escribió en el programa de “Las del otro lado del Río”(1998).
Pero no creo que será para siempre, porque éste es sólo un ciclo que termina y unos años de descanso en su vida de teatrero. Estoy seguro que en algún momento, el tiempo, la gente, los recuerdos y la necesidad de volver a expresarse a través de este arte-vida le dirá interiormente, ¡eres un ave fénix!.
Quizás, no será con los mismos compañeros de ruta, pero habrá otros dispuestos a acompañarlo a emprender una nueva aventura y empezará otro nuevo ciclo con las “viudas” del TENOR.
¡De los artistas se puede esperar cualquier cosa!, se dice.