Libro Crónicas Teatrales: ¿Dónde estará la Jeannette?

Andrés Seguel y Sonia Sepúlveda en ¿Dónde estará la Jeannette? , 1986

“De la marginalidad todos quieren huir y nadie sabe cómo. Unos hacia arriba tratando de escapar a través del escalamiento social, otros simplemente “echándose el pollo p`al puerto”, Santiago es su cárcel, Valparaíso es el espacio abierto hacia el horizonte del mar” (Luis Rivano)

Presentación del libro

Por Patricia Rivera Ritter, Profesora de Historia, Encargada del Area de Fomento del Consejo Regional de las Artes y la Cultura, Tarapacá.

Miércoles 11 de mayo del 2005.

Sala Doña Inés de Collahuasi.

"Aparece Guillermo con un libro en la mano, lo hojea, lo bate como si fuera su gran espada, esa que sólo los privilegiados pueden sacar de las rocas. Se acerca y me dice: -¿Aún no adivinas a que he venido?- Un tanto sorprendida respondo que, no. -Quiero que tú lo presentes- Yo, pero yo... ¿estás seguro?- Si, claro.

Dejo de lado el primer susto, para felicitarle y decirle que será un gran honor hacer la presentación de este libro.

No sé que tan extraño resulta esta trilogía femenina, porque entiendo que es más que capricho de autor, el querer incluir las miradas de tres mujeres en esta presentación.

Escucho sus argumentos y luego la instrucción.Tienes que leerlo, sentencia. Y con la misma certidumbre de su vehemencia teatral, se aleja, no sin antes agregar: “Será el 11 de mayo, no te olvides”. Entonces, me acerco y sola frente a las páginas que se regalan abanicadamente lo leo. Recorro apresurada, una a unas sus letras, y de vez en cuando en cada esquina me detengo para contemplar como se despliegan como un inusitado velamen, una a una las historias: de salas teatro-museo (incluidas momias), de salas de bolsillo, con vista a las estrellas, de ensayos entre roedores e inundaciones, estrenos con toque de queda, la moraleja del teatro infantil, las represtaciones más locales que nacionales del teatro chileno, premios y reconocimientos al elenco y su legendario director, don Guillermo Jorquera, van conformando estas Crónicas Teatrales.

Una a una estas se sumergen en los nostálgicos y mágicos episodios de un grupo humano que de tan diverso, resulta curioso que albergara un solo nombre, Teatro del Norte.

Las crónicas que se relatan, no sólo cuentan una historia, sino que rescatan de los añosos olvidos, aquellas “ pildoritas mágicas”, que nos recuerdan que la creación, el talento y la entrega teatral, encontró nido entre estos seres especiales, que de tanto hacer el ejercicio de la imitación, nos convencieron que era nuestra propia imagen.

El teatro del Norte TENOR, antes Teatro Iquique de la Universidad del Norte, después perteneciente a la Corporación Municipal de nuestra ciudad, nos muestra un periplo no exento de dificultades y constantes episodios de ser los “trapecistas sin red”, sortear esta compañía, la que se mantuvo casi inalterable por el transcurso de 25 años. Desde el estreno en los setenteros años, hasta su bajada de telón hacia finales de lo noventa, la lectura nos adentra en los singulares relatos de gente de teatro, de autoridades, de todo tipo de personajes, periodistas entre otros que relatan los hechos, pero por sobre todo llama la atención el de gente común, el público, fin último de cada función, el que desconcertado observa como de desmantela, el TENOR, conmovidos porque ya no habrá más estrenos.

Es posible hoy recordar al TENOR, pero por sobre todo, hoy gracias a Guillermo podemos, leer lo que ha sido, marcada tinta que podrán recrear otros y otras.

Guillermo, como haz de saber no existe espacio teatral que no se precie de tener fantasmas, aquellos que en hogueras anaranjadas brillan espantando a los intrusos. ¿Dónde están entonces los fantasmas del TENOR?

La única respuesta posible es que estén en este libro y tú, seas el lugar de sus apariciones.

Gracias por tan especial oportunidad de recordar que también fui público de la calle Sotomayor.

Comentario

Por Patricio Sobrevilla, periodista Diario "La Estrella de Iquique". 06 de mayo del 2005

"La Carpa Azul, una experiencia teatral", "Las Pildoritas Mágicas de la Bisabuela, juegos teatrales para niños" y "Tres décadas de teatro y un sainete", son los tres primeros libros del profesor y director teatral Guillermo Ward, que este 11 de mayo en el Centro Cultural Doña Inés de Collahuasi lanzó su cuarto texto, "Crónicas Teatrales".
En un trabajo recopilatorio de investigación el autor rescata diversas crónicas de diarios que circulaban en la ciudad entre los años 1974 y 1998 en los que se aborda el trabajo escénico del grupo Tiun-Tenor, agrupación teatral dirigida por Guillermo Jorquera y que durante un cuarto de siglo puso en escena en forma permanente más de 60 obras teatrales en la cual participaron aproximadamente 150 actores.
Ward reconoce que la realización de la obra es una iniciativa personal, que se propuso sólo hace tres años, pero que representa la recopilación de artículos de principios de los años 70, que además incluye material gráfico, afiches, programas, elencos, obras e información periodística referente a esta agrupación teatral conocida como “Teatro del Norte”. “La agrupación recibió ese nombre por nacer en la sede Iquique de la Universidad del Norte, donde funciono desde 1974 a 1981 en calle Baquedano 928, lugar donde se encuentra hoy el Centro Cultural Doña Inés de Collahuasi, posteriormente esta agrupación teatral paso a depender de la Corporación Municipal de Desarrollo Social, (CORMUDESI) hasta el año 1992”, informó Ward, quien recuerda que la entidad concluyó una actividad de 25 años en el año 1998 con su último estreno, “Las del otro lado del río” de Andrés Pérez.
Guillermo Ward agradeció la publicación de 250 ejemplares por parte del Gobierno Regional, lo que posibilitó la publicación del texto de 460 páginas. En su portada se pueden observar imágenes de obras emblemáticas del Tenor como como “La Nona”, “Los Matarifes”, “Tres Marías y una Rosa” y una contraportada con los rostros de quienes fueron sus actores más representativos, como Carlos Villagra y Litto Zúñiga.“Hay que destacar también que el libro cuenta con un prólogo de análisis del contenido realizado por la destacada socióloga Blanca Yánez, académica universitaria y actual Seremi de Serplac y una reflexión en contraportada sobre la importancia de recuperar la memoria cultural realizado por la sicóloga y académica universitaria María Carla Morales”, aclaró el autor, quien sostuvo que el libro no tiene un carácter comercial, sino que fue realizado para los amantes del teatro y una forma de registro para la ciudad.
El director teatral expresó que la publicación del documento servirá como material de estudio para universitarios y profesionales que deseen indagar en el ambiente artístico, por lo que aseveró que los los ejemplares serán distribuidos en las principales bibliotecas, universidades, escuelas y academias de teatro del país.

Memorias del TENOR

Por Iván Vera-Pinto Soto, Director de Extensión Universidad Arturo Prat, UNAP de Iquique.

Diario La Estrella de Iquique, 28 de diciembre del 2006.

En el largo y fructífero tránsito de nuestra escena local nos encontramos con la presencia de directores teatrales, quienes apoyados por sus conjuntos vocacionales, se han transformado en los continuadores del espíritu del teatro social de Luís Emilio Recabarren.

Uno de ellos es Guillermo Jorquera, reconocido por su estimable aporte artístico a través del conjunto TIUN-TENOR (1974). De su quehacer en las tablas y de la vida de su prestigiosa agrupación tenemos muchos logros que comentar. No obstante, creo que es mejor informarse a través de Guillermo Ward, una de las figuras emblemáticas del TENOR, quien con el apoyo del Gobierno Regional de Tarapacá, nos regaló este año una completísima crónica teatral de los 25 años del Teatro del Norte.

Aparte de la rigurosa documentación y del significado emotivo que tiene para la gente de teatro, creo que el principal acierto de esta publicación es la puesta en valor que hace de un colectivo artístico que “contra viento y marea”, en los momentos políticos más difíciles que vivió el país y en una localidad que se sumaba al “apagón cultural”, mantuvo viva la llama del teatro.

Era precisamente la década de los 80, cuando el régimen militar promovía montajes de autores clásicos y algunas comedias musicales de costosa producción y escaso valor estético.

En ese contexto, el Tenor y otras compañías de esta Comuna, articulaban un incipiente movimiento, que intentó rescatar una expresión nacional y popular, mediante “la puesta en escena” de obras preferentemente de autores chilenos que hablaban sobre los marginados, los seres populares y las realidades sociales que por esos días se ocultaban.

Aunque cada agrupación mantuvo sus propios referentes artísticos y posturas ideológicas, todos formaron parte de una corriente común nacional de resistencia a la “cultura oficial”.

De alguna manera, también los teatristas locales hicieron su contribución la rearticulación de la conciencia nacional dentro de un ambiente social fraccionado por el autoritarismo.

Qué importante es dejar estos testimonios teatrales para las futuras generaciones, más aún cuando sabemos que los chilenos somos bastante flacos de memoria con nuestras manifestaciones identitarias.

Qué valioso es escribir sobre los pormenores y procesos vividos por un conjunto de actores y actrices que se refugiaron en un improvisado escenario (calle Sotomayor 728), para soñar en la construcción de un mundo mejor y derrochar creatividad.

Qué significativo es registrar las obras creadas y recreadas por esos jóvenes nacidos en la cantera teatral provinciana y sustentada originalmente por un proyecto universitario (Universidad del Norte).

Qué solidario es entregar el reconocimiento al maestro y al equipo, sobre todo cuando sabemos que el teatro es un arte de “aquí” y de “ahora”; porque pasado algunos intervalos la mayoría de los intérpretes que divirtieron y emocionaron.

Asombrosamente, como en todas las cosas de la vida, al transcurrir los años únicamente quedan en la mente de los protagonistas los recuerdos, algunas fotos, pequeños materiales desteñidos por el tiempo y un vago eco de aplausos y elogios.

En esas circunstancias surge, afortunadamente, el cronista para refrescarnos la memoria y contarnos, con lujo de detalles, lo que sucedía en otrora en este mágico mundo artístico que forma parte de nuestra identidad.

Además, cabe comentar, que a partir de estas Crónicas Teatrales, Daymond Flores, sociólogo, titulado en la Universidad Arturo Prat y colaborador del Teatro Expresión, escribió su tesis “Entre Tartufo y Tres Marías y una Rosa”. En esta investigación se hace un registro de la experiencia del Tenor y un análisis conceptual del desarrollo del teatro bajo el régimen dictatorial. Al igual que Ward, este profesional “escudriña bajo los recuerdos de quienes aún hoy en día, son los nombres detrás de cada presentación teatral en nuestra ciudad”.

Por todo lo señalado, confirmo que el trabajo de Ward es un inapreciable tributo a sus compañeros de ruta y una concreta asistencia al estudio de la escena local.

Al margen de esta meritoria edición, pienso que aún estamos en deuda con antiguos próceres del teatro local, como Jaime Torres, Cecilia Millar, Guillermo Zegarra, (ya lo está haciendo Ward) y Nexco Teodorovic, entre otros.

Probablemente, alguien más tendrá que darse la tarea de registrar esos acontecimientos, como asimismo editar las escasas obras relevantes que se han creado en torno a los procesos sociales que hemos vivido en nuestra historia local.

Reflexiones de un dramaturgo

LUIS "PACO" RIVANO reflexiona acerca de "Crónicas Teatrales :

Al terminar de leer los "25 años de Teatro del Norte", quiero felicitarte. La diagramación y el aprovechamiento de fotos, programas y crónicas de manera tan creativa entregan la labor del Tenor con absoluta fidelidad. Y poner a disposición de los lectores todos los documentos, sin discriminar nada, da una versión necesaria y de mucha justicia.

Es precisamente esa justicia la que te quiero agradecer. Hace un tiempo me entregaron un reconocimiento en los Temporales Teatrales de Puerto Montt y al agradecer mencioné con mucho cariño el apoyo que había significado para mí, como autor, el que los grupos teatrales de todas las regiones, y muy especialmente el grupo Tenor, hayan montado mis obras mientras en el mismo Santiago todo se me hacía muy difícil.

Esta publicación tuya, es la primera en su género -en treinta años- donde se menciona mi aporte correctamente. En todas las informaciones de la actividad teatral que se han hecho antes, siempre he sufrido la mezquindad de los autores de tales recuentos, no sé si por falta de interés o por restarme posibles méritos. Nunca lo sabré. O quizás se debe a que tu trabajo lo hiciste con mayor profesionalismo.

De todas maneras lo mío es marginal. Lo importante es que la obra de toda la gente involucrada en la actividad teatral de Iquique, de Guillermo Jorquera y de todos los que han trabajado junto a él, gracias a tu trabajo quedarán en la memoria y en la historia del teatro chileno.

Te saluda afectuosamente, Luis Rivano.
Santiago, 02 de octubre del 2005

Libro Crónicas Teatrales

¿Dónde estará la Jeannette?

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Reflexiones de un dramaturgo

Impreso en los talleres de Oñate Impresores, marzo 2005, Iquique-Chile